Nuestra ruta comienza en la placeta Cristo de las azucenas, lugar donde encontraremos la boca del aljibe del rey, junto al Carmen del aljibe del rey, lugar donde tiene su sede la fundación agua Granada. El aljibe del rey, con una capacidad de 300 metros cúbicos, es el más grande de los aljibes construidos. Realizado en el siglo XI para el aprovisionamiento de agua a la Alcazaba Qadima del Albaicín. Este Aljibe había sido alimentado por la acequia de Aynadamar, procedente de fuente grande. Su interior ha sido acondicionado para su visita, así que recomendamos entrar en él y ver sus magníficas bóvedas, así como disfrutar del exterior del Carmen
Dejamos atrás este aljibe para subir por la calle aljibe de la Gitana, donde al lado podemos ver los restos de la muralla de la alcazaba Qadima. En esa calle está situado el Carmen de la muralla, lugar donde estuvo enclavado el aljibe de la gitana. Cuenta las leyendas que María, una mujer que fue acusada de ser de descendencia musulmana por la Santa Inquisición, se enamoró de un joven cristiano que le ayudó a escapar la cárcel y en la huida, él fue alcanzado por una flecha y María, viendo que su amor había muerto, huyo y viendo que le perseguían, se arrojó a un aljibe para esconderse. Por la mañana, una mujer fue a coger agua del aljibe y se encontró un cuerpo sin vida de una mujer.
Atravesando el arco de las pesas, llegamos a una de las plazas más famosas del Albayzin: Plaza Larga. Pero no nos detendremos mucho en este singular rincón, pues seguiremos la ruta descendiendo apenas unos metros de la cuesta de la Alhacaba, buscando la calle Larga de San Cristóbal, donde a nuestra derecha, nos encontraremos el aljibe el colorado, intentando pasar desapercibido entre las viviendas colindantes. Su nombre es dado porque su arco (actualmente desaparecido) era de ladrillo color rojizo.
Continuamos recto la calle larga de san Cristóbal, cruzando la carretera de Murcia, para llegar al aljibe de san Cristóbal. A primera vista, choca la estructura arquitectónica del aljibe en comparación con los ya vistos, pues se encuentra en desnivel, el cual se puede salvar accediendo por una escalera pentagonal. Abajo se puede ver tres estructuras: el aljibe, con arco de herradura, que es surtido por la acequia de Aynadamar; un tomadero cuyo pasadizo va hacia la casa de los Mascarones, (calle pagés); y por otro lado una mina que atraviesa la Iglesia de San Cristóbal, antigua mezquita de la Xarea. En la actualidad se ha restaurado este espacio, hace unos años abandonado y utilizado como vertedero indebido.
Volvemos a cruzar la carretera de Murcia, para entrar en la barriada de san Bartolomé, una iglesia con encantado ya olvidada por los años, aunque su torre sigue anclándose al paisaje del alto Albayzin. En el lateral izquierdo de la iglesia, podemos encontrar el siguiente aljibe: aljibe de San Bartolomé. Antiguamente pertenecía a la despedida mezquita de Burriana, pero una vez construida la iglesia, el aljibe quedó por debajo de la pila bautismal, donde incluso extraían agua de él.
Callejeando por las calles aledañas a la iglesia de san Bartolomé, llegamos hasta la calle de Pagés, donde esta ubicado el Centro educativo Cristo Rey. Subimos la calle San Gregorio Alto, hasta llegar al aljibe de Paso. Se trata de un pequeño aljibe, que cuenta con depósito adjunto a él. Era el único aljibe que no estaba sujeto a los horarios de llenado. Hoy en día, el aljibe esta en estado de abandono, con grafitis y vegetación no deseada, por lo que bien vendría una limpieza de este aljibe.
Nos internamos en una de las calles insignias del alto Albayzin: la calle de San Luis. Famosa por su iglesia homónima a la calle y que fue presa de un incendio, conservándose hoy en día solo la torre y su estructura. Cerca a esta parroquia, se encuentra el aljibe de San Luis. Su pequeño tamaño (4,5m3) lo hacia útil para decantar los limos del ramal secundario de la acequia de Aynadamar. Este aljibe, junto a las ruinas de la iglesia, conforma un complejo paisajístico muy recurrido por pintores y fotógrafos.
Unas calles mas abajo, nos espera el aljibe de la vieja. Cuenta una leyenda que María poseía una higuera que le daba unos higos tan sabrosos que los jóvenes los robaban. Para evitar esto, María vendió su alma al diablo a cambio de que sus higos fueren amargos enfermando a las personas que los comía. Cuando murió, los vecinos veían el fantasma de María que salía del aljibe cada noche con forma de lechuza, para convertir sus higos en oro, los cuales los vigilaba atentamente desde una rama. Al amanecer, María volvía al interior del aljibe y sus frutos volvían a ser amargos. Este aljibe queda escondido para ser descubierto por los paseantes que pasean por estas recónditas calles.
Nos dirigimos a continuación a la calle panaderos donde nos espera el Aljibe de Polo. Este aljibe casi pasa desapercibido a simple vista, pues esta enclavado en una placeta en uno de los márgenes de la calle, por lo que si venimos desde plaza larga, es fácil pasárselo de vista pues enfrente tenemos una magnifica portada de la colegiata del salvador. Pero allí se encuentra este pequeño aljibe de 50m3
Volvemos a retornar al interior del barrio, subiendo por el carril de san Agustín, cerca del convento de las Tomasas, donde nos espera el aljibe de las Tomasas. Es uno de los más grandes en cuanto capacidad se refiere (154m3). Presenta una alcubilla para controlar la entrada del agua.
El siguiente aljibe vuelve a estar cerca de la colegiata del Salvador, en la placeta del abad. Es el aljibe de bibalbonud o de san Agustín. Este aljibe estaba ubicado donde se encontraba la puerta de los estandartes, de las que hoy se conversa una de sus torres. Tras la restauración de este aljibe, se le acopla un simple pilarillo que refresca a los paseantes que llegan hasta este punto elevado del barrio.
Desde esta plaza, pondremos dirección a uno de los puntos clave del barrio: la plaza de san Nicolás. Allí, eclipsado por las vistas a la Alhambra que nos ofrece su mirador, está el aljibe de San Nicolás. Se trata de un aljibe atípico a todo l visto anteriormente. Es de planta cuadrada y presenta una gran bóveda de cañón, que asemeja a una capilla de estilo barroco, por lo que pensar que este aljibe fue remodelado por manos cristianos en sustitución al antiguo aljibe que coparía esta plaza. Presentaba, al igual que el aljibe de Bibalbonud un pilar, hoy trasladado junto a la Iglesia de San Nicolás.
De nuevo callejeamos unos metros hacia abajo, para encontrarnos con otro de los aljibes insignes del Albayzin. Se trata del aljibe de Trillo. Este aljibe, a diferencia de otros, es de estilo monumental. Está situado en la placeta del aljibe de Trillo, justo bajando la cuesta del mismo nombre, lo que confiere un panorama único, con la iglesia de san Nicolás al fondo. Su nombre deriva del poeta Granadino Juan de Trillo quien vivía en esa misma calle. Este aljibe tuvo en particular una decoración a base de azulejo de cerámica decorando su arco, los cuales hoy se pueden ver algunos de ellos. Por encima de este aljibe, se sitúa un pequeño jardín de una vivienda anexa a él.
Seguimos la calle aljibe de Trillo para desembocar en la calle San José Alta. Acompaña a esta magnifica iglesia un aljibe situado cerca de su torre zirí. Es el aljibe de San José, que servía sus aguas tanto a la mezquita que hubo, denominada de los morabitos, y la actual iglesia de San José.
Subiendo esta calle llegamos a la placeta de San Miguel bajo. Allí, en una esquina dela plaza, escondido, se encuentra el aljibe de San Miguel Bajo. Este aljibe, de 90 m3 de capacidad, esta comunicado con la iglesia, construida sobre la antigua mezquita, donde desemboca en la sala de la pila bautismal. Su portada externa es diferente al resto de los aljibes, destacando sus capiteles de origen romano
Partiendo hacia el sur de esta plaza, se encuentra el aljibe del Zenete. Este aljibe está rodeado de un marco peculiar, ya desde su acceso por unas bonitas escalerillas y con el paisaje de la ciudad rodeándolo. El aljibe recibe el nombre del antiguo barrio del Zenete (falda de montaña). Por desgracia, tras su restauración, hoy se puede ver una situación de abandono, lleno de grafitis y residuos que se acumulan dentro de su “reja”
Nuestro ultimo aljibe queda ya casi al final del Albayzin. El aljibe de San Idelfonso queda justo por detrás del antiguo convento de la merced, cercano a la iglesia de San Idelfonso. Pertenece a un domicilio particular y gracias a la restauración que hizo el ayuntamiento a los aljibes del Albayzin, se pudo recuperar este aljibe, de pequeña capacidad 39m3.
Terminamos nuestra ruta en la plaza del triunfo, junto a la puerta del Elvira. Después de nuestro recorrido que nos ha llevado a conocer la ruta del agua, transitando por el Albayzin alto, por el Albaicín bajo y por su casco histórico, con el sonido de la acequia de Aynadamar sonando por los rincones mas inesperados de este mágico barrio. ..
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